
ISBN: 978-84-1142-166-9
© Juan Antonio Moya Cantón
Introducción
Las manifestaciones de un paciente en insuficiencia respiratoria aguda reflejan el nivel de dependencia, los cuidados que necesita y el soporte ventilatorio mecánico que precisa.
La ventilación mecánica (VM) tiene por objetivos corregir la hipoventilación, mejorar la oxigenación y el transporte de oxígeno y disminuir el trabajo respiratorio (Gutiérrez, 2011).
Los procesos patológicos que pueden producir fallo respiratorio o ventilatorio manifiestan signos y síntomas relacionados con la hipoxemia.
La taquipnea, el aumento del trabajo respiratorio, utilizar la musculatura accesoria, taquicardia, coloración de la piel y la disnea son útiles para reconocer un episodio agudo. Si el cuadro agudo evoluciona, se acontecen cambios en la conducta con agitación psicomotriz y agresividad, orientando que se está produciendo un estado de hipoxemia.
Los cambios en la conducta son debidos a la hipercapnia, apareciendo somnolencia, bajo nivel de autoestima y rechazo a la participación activa de su autocuidado.
Los cuidados que el profesional de Enfermería debe proporcionar un paciente conectado a VM varían en función de su estado y del modo de ventilación empleado.
Cuando Enfermería establece un plan de cuidados en paciente en VM, identifica los objetivos útiles como instrumento de medida para evaluar de manera constante las intervenciones.
La monitorización del soporte ventilatorio está incluida dentro de las intervenciones, encaminada a constatar que los objetivos se cumplen.
En ocasiones, el deterioro de la función respiratoria con alteración en la gasometría, el aumento del trabajo respiratorio, de la frecuencia, la disnea, los ruidos en la auscultación, la presencia de aleteo nasal, la dificultad para expresarse y la progresiva alteración del estado de conciencia, lleva a que se requiera la aplicación de la ventilación mecánica (VM), para mantener las vías aéreas permeables, administrando un flujo adecuado y restableciendo el intercambio efectivo de gases (Vales y Gómez, 2012).
La ventilación mecánica es una técnica que reemplaza a la respiración fisiológica, requiriendo de unos cuidados continuos por parte del profesional de Enfermería.
Capítulo 1. Ventilación Mecánica Invasiva
La Ventilación Mecánica Invasiva (VMI) es un método mecánico que sustituye a los pulmones del paciente cuando éstos no tienen la capacidad de funcionar por sí mismos.
Esta técnica es muy frecuente sobre todo en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Tiene por finalidad asegurar un correcto intercambio de oxígeno a través de una cánula de traqueostomía o mediante intubación endotraqueal.
A diferencia de la ventilación no invasiva, la invasiva tiene riesgos como la neumonía asociada al respirador y complicaciones pulmonares y no pulmonares (cardiovasculares, cerebrales). El profesional de Enfermería es el profesional encargado de detectar cambios los clínicos en el paciente y de vigilar su monitorización (Ferragut y López, 2003).
La ventilación mecánica (VM) es un método físico que utiliza un aparato mecánico para el soporte artificial de la ventilación y la oxigenación cuando el sistema respiratorio es insuficiente. En este tipo de ventilación se incluye un tubo endotraqueal y un ventilador mecánico.
La VM invierte la fisiología normal de la ventilación, instaurando una presión positiva en la fase inspiratoria, convirtiéndola en un proceso no fisiológico (Bazán, Paz y Subirana, 2000).
Este cambio de presiones puede producir afectaciones en distintos órganos y sistemas, en especial a nivel hemodinámico, como una disminución del gasto cardiaco.
A pesar de ser una técnica vital, puede generar complicaciones como lesión pulmonar asociada al ventilador, barotrauma, atrofia del diafragma, entre otras.
Entre todas las complicaciones, la más destacada es la neumonía asociada al ventilador (NAV). Cuanto más tiempo esté el paciente con este tipo de ventilación, mayor posibilidad tiene de desarrollar complicaciones, conduciendo a una mayor tasa de mortalidad, mayor estancia hospitalaria y mayores costes.
A pesar de esto, con la VMI se consigue mejorar la función respiratoria, manteneniendo o normalizando el intercambio gaseoso, aumentando el volumen pulmonar y reduciendo el trabajo respitario.
Esta técnica, además de utilizarse para lo anteriormente mencionado, también se utiliza para disminuir el consumo del miocardio y reducir la presión intracraneal (Frutos et alt., 2003).
El ventilador interacciona con el paciente a través de un modo de ventilación. Hay muchos modos de ventilación. El profesional de enfermería debe conocer los más básicos (García y Gálvez, 2002):
- Ventilación controlada: sustituye completamente a la función ventilatoria. Esta puede ser controlada por volumen (S-CMV) o por presión (P-CMV).
- Ventilación espontánea: es producida en función del patrón respiratorio del paciente (CPAP o con presión soporte). El modo que más se recomienda es el S-CMV, puesto que es fácil de usar, es seguro y está disponible en todos los respiradores. Este modo de proporciona un soporte completo del respirador que compensa la fatiga en pacientes que están en estado crítico.
El uso de una modalidad u otra estará indicada por el médico y siempre en función de la situación de cada paciente (Garnero, et alt., 2013).
Un paciente con ventilación mecánica invasiva precisa que a su lado esté un equipo interprofesional donde participen médicos, enfermeras y fisioterapeutas.
Los cuidados prioritarios de Enfermería estarán enfocados al mantenimiento de la ventilación y la permeabilidad de las vías respiratorias, además de gestionar la ansiedad, que es menos evidente pero no menos importante (Álvarez, 2003).
Índice
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1. Ventilación Mecánica Invasiva
CAPÍTULO 2. Monitorización General del Paciente Ventilado
CAPÍTULO 3. Monitorización Respiratoria durante la Ventilación Mecánica
CAPÍTULO 4. Cuidados de Enfermería en el paciente con Ventilación Mecánica Invasiva
CAPÍTULO 5. Principales Diagnósticos de Enfermería en la Ventilación Mecánica Invasiva
CAPÍTULO 6. Cuidados específicos de Enfermería al paciente Intubado
BIBLIOGRAFÍA