
ISBN: 978-84-1142-403-5
© María José Oliva Martín
https://doi.org/10.58842/XZVF9923
A Lucas y Daniel, por enseñarme la grandeza de la vida, y a todos los pacientes que con su lucha pasada o presente han instigado grandes avances terapéuticos.
Prólogo
Este libro ha surgido de mis muchas interacciones no sólo con farmacéuticos comunitarios, sino con el público en general. Como farmacéutica especializada en la investigación y el desarrollo de fármacos inmuno-oncológicos me considero muy afortunada por haber tenido la oportunidad de conocer a pacientes bajo estos tratamientos. Sin embargo, mi realidad sucede en dos mundos muy diferentes: el mundo de la industria farmacéutica y el mundo de la calle, el mundo del paciente. Ambos mundos caminan por sendas separadas, sin darnos cuenta de la gran aportación que podrían realizarse mutuamente. Así, el oncólogo y el científico buscan respuestas en congresos, revistas científicas y datos clínicos, mientras que el paciente busca las suyas en internet, o aún peor, en redes sociales.
Nunca he querido desvincularme de la oficina de farmacia, y esto precisamente es lo que me ha llevado a darme cuenta del papel tan crucial que los farmacéuticos comunitarios podrían desempeñar en este campo si les damos las herramientas necesarias para ello. Como sanitaria, dediqué mucho tiempo durante la pandemia de COVID-19 a concienciar al público general de los beneficios de las vacunas, a desmitificar las preocupaciones sobre la rapidez con la que se habían desarrollado, y otros bulos relacionados con el desarrollo de fármacos. Yo lo hacía de vez en cuando, los farmacéuticos comunitarios lo hacían cada día.
El farmacéutico comunitario juega un papel fundamental en la transmisión de conocimientos de índole sanitaria y científica a la población general. En primer lugar, por su estrecha relación con el paciente, basada en múltiples interacciones y sin límite de tiempo, como ocurre en hospitales y centros sanitarios. En segundo lugar, el farmacéutico comunitario, junto con el médico de familia, son desde mi punto de vista los sanitarios más capacitados para la divulgación científica, ya que han desarrollado durante años la capacidad de transmitir conocimientos sanitarios de una forma sencilla y asequible para los pacientes. Sin embargo, a pesar de que el futuro de la oncología y muchas otras patologías yace en el campo de la inmunoterapia, la formación del farmacéutico comunitario y del recién egresado en inmunología e inmunoterapia es aún bastante limitada, centrándose sobre todo en medicamentos comercializados desde hace tiempo y principalmente no hospitalarios. Esto perjudica a la sociedad no sólo desde un punto de vista educativo, sino también desde el punto de vista de la farmacovigilancia y la detección de reacciones adversas a medicamentos hospitalarios, que se centra alrededor de la visita hospitalaria y no aprovecha los puntos de contacto y comunicación adicionales que ofrece el farmacéutico comunitario. También perjudica a la ciencia, y a avances científicos, ya que muchos ensayos clínicos se retrasan por no encontrar pacientes, a veces porque la información sobre la existencia de estos ensayos ni siquiera les llega.
Aunque el concepto de inmunoterapia en cáncer nos pueda parecer futurista, el número de nuevas terapias aprobadas en los últimos años ha aumentado considerablemente. Con una esperanza de vida cada vez más en aumento, es de esperar que el número de pacientes oncológicos en la oficina de farmacia sea cada vez mayor. Además, a medida que las patentes expiren y el coste de estos tratamientos disminuya, los farmacéuticos comunitarios comenzarán a estar más en contacto con este tipo de pacientes. Desgraciadamente, también lo harán las redes sociales, y es posible que empiece a haber pacientes que rechacen ser tratados con fármacos que pueden salvar sus vidas. Si no hemos formado a este grupo tan esencial de profesionales, como son los farmacéuticos comunitarios, para entonces, toda la comunidad sanitaria y científica llegaremos tarde a la cita.
Este libro, por tanto, no pretende amalgamar con detalle toda la información referente a la inmunoterapia en cáncer, sino proporcionar al farmacéutico comunitario los conocimientos básicos sobre este campo y las aportarle las herramientas necesarias para poder indagar en detalle sobre cada caso en particular. También nos centraremos en el panorama actual del cáncer y los últimos avances en su tratamiento. Con ello, tengo la esperanza de que juntos eduquemos a la población en la prevención, el diagnóstico precoz y el esfuerzo de la comunidad científica en el tratamiento del cáncer, y que demos a pacientes y sus familias el apoyo psicológico y la esperanza que necesitan.
Parte I. El farmacéutico como pilar en la divulgación de conocimientos clínicos
La importancia de la comprensión
El mundo farmacéutico se encuentra en constante evolución. Es un mundo complejo, plagado de información e inundado por nuevos fármacos para los que continuamente surgen nuevos datos clínicos. La percepción sobre este mundo se ve afectada aún más por la circulación de opiniones y conclusiones mal interpretadas o sin fundamento, que con la aparición de las redes sociales no han hecho sino aumentar. Es comprensible que un ambiente así pueda dejar a los pacientes confusos y estresados. Como sanitarios de primera línea, que interaccionan cada día con el público general, es importante facilitar que los farmacéuticos comunitarios puedan estar al día de los últimos avances y nuevos fármacos en desarrollo para luchar así contra la desinformación.
La pandemia de COVID-19 nos ha demostrado la importancia de este papel en la percepción del público sobre nuevos fármacos. Desgraciadamente, las redes sociales y la desinformación se han convertido en una amenaza para la sanidad que los científicos y sanitarios no podemos seguir obviando. Durante la pandemia, la desinformación a través de las redes sociales afectó negativamente a los porcentajes de vacunación, lo cual tuvo sin lugar a duda una gran influencia en el exceso de mortalidad, especialmente en áreas de un nivel socioeconómico más bajo. Si algo así ocurrió con una terapia tan familiar y conocida como la vacunación, que al menos en España goza de gran aceptación, en el caso de nuevas terapias con mecanismos de acción difíciles de comprender, el farmacéutico se convierte en una importante herramienta de divulgación al servicio de la comunidad sanitaria y científica.
Índice
La autora
Prólogo
PARTE 1 – El farmacéutico como pilar en la divulgación de conocimientos clínicos
CAPÍTULO 1 – La importancia de la comprensión
CAPÍTULO 2 – Introducción a la inmuno-oncología
CAPITULO 3 – El cáncer: evolución en su concepto y tratamientos
CAPÍTULO 4 – El sistema inmune
CAPÍTULO 5 – Fármacos inmuno-oncológicos disponibles
CAPÍTULO 6 – Criterios de exclusión y biomarcadores
CAPÍTULO 7 – Precio y financiación
CAPÍTULO 9 – Efectos secundarios
CAPÍTULO 8 – Ensayos clínicos
PARTE 2 – Inhibidores de puntos de control inmunitario
CAPÍTULO 9 – Mecanismo de acción
CAPÍTULO 6 – Anticuerpos anti CTLA-4
CAPÍTULO 7 – Anticuerpos anti-PD1
CAPÍTULO 8 – Anticuerpos anti-PD-L1
CAPÍTULO 9 – Efectos secundarios
CAPÍTULO 10 – Interacciones
PARTE 3 – Terapias de células T modificadas (CAR-T)
CAPÍTULO 11 – Mecanismo de Acción
CAPÍTULO 12 – CAR-T/CD19
CAPÍTULO 13 – CAR-T/BCMA
CAPÍTULO 14 – CAR-T Efectos secundarios
PARTE 4 – Terapias bi-especificas (BiTES)
CAPÍTULO 15 – Mecanismo de Acción
CAPÍTULO 16 – BiTEs basados en anticuerpos
CAPÍTULO 17 – BiTEs basados en receptores de linfocitos t solubles
CAPÍTULO 18 – Efectos secundarios
PARTE 5 – Conclusiones
CAPÍTULO 19 – Conclusiones