
ISBN: 978-84-1142-378-6
© Isabel Loizu Martí, Marta Nayara Sanjuán Urrea, Patricia Cia Puyuelo, Marta Alaiz Borrell, Sheila Pola Sáez, Lidia Royo Gutiérrez
Resumen
Este es un trabajo de investigación y análisis sobre la evolución de un tratamiento acupuntural, aplicado a un caso de eccema psoriasiforme situado en palmas de las manos y las plantas de los pies.
Se han recogido datos de la paciente desde el enfoque de Medicina Tradicional China. Tanto el proceso de valoración continua, como el tratamiento acupuntural se ha extendido durante 9 meses, incluyendo los tiempos de descanso.
De este modo además de servir como guía de tratamiento puede dar una visión más global del caso y resulta más fácil analizarlo, incluso realizar hipótesis.
Los resultados obtenidos han sido muy satisfactorios y evidencian que el tratamiento con acupuntura puede ser una alternativa al tratamiento convencional.
Presentación
Historia Clínica
I.G mujer de 53 años, raza blanca. Se dedica a las tareas de la casa y cuida desde hace 20 años enfermos en su familia. Actualmente cuida de su madre afectada de Parkinson, en silla de ruedas. I.G. tiene dos hijos varones a los que cuida también.
En sus antecedentes personales no aparecen enfermedades importantes, tan solo las infantiles. Una intervención quirúrgica a los 37 años en la que se le practica una histerectomía con doble ooforectomía.
No es alérgica a ninguna sustancia. No es fumadora. No toma ninguna medicación de manera crónica. Normotensa. No diabética. Y en la analítica básica de bioquímica y hemograma no hay parámetros alterados que destacar.
En sus antecedentes familiares aparecen tres abuelos fallecidos por AVC y uno por cáncer de estómago, patología de la cual también muere su padre. Su madre está afectada de Parkinson. Ella es la menor de cuatro hermanos, los dos varones están sanos y su hermana falleció de polio en la infancia.
Presión Arterial: 130/71 Peso 77 Kg
Talla: 1´67 m
Acude por un eccema psoriasiforme limitado a las palmas de las manos y las plantas de los pies, según Anexo 4.
La enfermedad apareció hace trece años y se ha ido manteniendo igual durante este tiempo según explica la paciente. El lugar de aparición fue la zona interdigital de los pies, entre el primer y el segundo dedo.
La paciente acude prácticamente incapacitada para andar por el dolor. Llega calzada con unas zapatillas de algodón que según ella es el único calzado que soporta.
Emocionalmente está desesperanzada, muy fatigada y con un humor muy frágil.
Como puede verse en el Anexo 4, la afectación de las manos es más importante en la derecha sobre todo en la zona tenar. La coloración general de las manos es más roja de lo normal con una zona más blanquecina alrededor de 8 MC. La descamación es más pequeña y fina que la de los pies, pero el prurito es igual de intenso. El eccema está localizado y limitado a la línea que separa la palma, del dorso de la mano.
En los pies la afectación es más intensa sobre todo en los tejidos más blandos de la planta de los pies, como el arco y la zona lateral, los dedos en la parte inferior y membranas interdigitales.
Las escamas son más gruesas y grandes. Hay zonas muy resecas y con grietas sangrantes, especialmente en los dedos, talón y parte lateral. Sólo quedan unas zonas libres de eccema que son precisamente las que soportan más el punto de apoyo en contacto con el suelo. La coloración en las zonas más afectadas es roja y donde se descama casi púrpura. Se distingue en la planta cerca del 1 R una zona más grisácea o blanquecina como en las manos. En la parte lateral se observa claramente una línea que separa la zona afectada de la no afectada, en el talón posterior esta línea asciende hasta la altura del maléolo.
Ha visitado varios dermatólogos que le han indicado que se trata de una patología crónica. Ha realizado varias veces tratamiento con corticoesteroides.
Se ha realizado cultivo para descartar micosis.
La enfermedad le provoca mucho dolor y prácticamente la incapacita para andar, pero con sus obligaciones tampoco puede permitirse parar.
Es cuidadosa con su higiene personal y cuida la hidratación de su piel. Sin embargo, apenas sale de casa, ya sea por las obligaciones con su madre o por el dolor que le produce calzarse.
Valoración según la Medicina Tradicional China
I.G. se expresa prácticamente sollozando, no sonríe ni cuando habla, ni cuando está callada. Su mirada es baja, pero si tiene brillo. Habla cuando se le pregunta y responde escuetamente, pero muy rápido. No sabe porque ha venido, porque no tiene confianza en mejorar, expresa confusión.
Su color es muy natural, piel tersa hidratada, sin manchas y apenas arrugas, mejillas sonrosadas ligeramente sin maquillaje.
I.G. es una mujer fuerte con algo de sobrepeso, localizado sobre todo en la parte torácica. Se aprecia un poco de cifosis cervical. Mantiene una postura relajada sin exceso de movimientos. No se perciben temblores en las manos, pero si un parpadeo muy frecuente.
Lengua: el cuerpo no está hinchado. Tiene una fisura central. Color pálido con la punta roja. Capa suave transparente y poco húmeda.
I.G. de vez en cuando suspira, pero comenta que no es por cansancio. Cuando se pone nerviosa tiene sensación de náusea y molestias gástricas.
A veces de repente le queda la garganta muy seca y le provoca tos durante un rato hasta que bebe un poco de agua, lo cual no siempre resuelve la molestia.
Su casa está acondicionada. La meteorología de la zona afecta con fuertes vientos en primavera y otoño. Los veranos son muy calurosos y los inviernos con mucha humedad, frio y nieblas.
Es calurosa, siempre tiene sensación de calor constante, nunca ha tenido sofocos. Los pies y las manos expresan que le arden.
Al preguntar sobre el sudor, ella contesta que no suda nunca como si fuera signo de falta de higiene. Por otro lado, siempre deja mojado el papel de la camilla en el área de la axila y la espalda.
Respecto al dolor en la zona afectada, aparece una sensación de quemazón que según dice ella “viene de dentro” antes de que se manifieste el eccema. Este dolor va acompañado de mucho prurito, lo que hace que muchas veces dormida se lesiona. Una vez la piel ya se ha descamado o fisurado el dolor es el de la herida que con buenos cuidados y sobre todo hidratación va soportando.
I.G. expresa que cuando se pone nerviosa tiene cefaleas de sien y ojo derecho, incluso acompañado de náusea, pero nunca llega a vomitar.
También le duele la espalda, pero ella lo relaciona con el desgaste de realizar la higiene de su madre todos los días. El dolor le irradia por todo el lado derecho, también es el lado por donde moviliza a su madre.
A nivel epigástrico suele tener molestias que cesan sin medicación. No manifiesta acúfenos ni sordera.
Bebe cuando tiene sed, pero muy poco al día. Come de todo y tiene buen apetito.
Respecto al sueño no le cuesta dormirse, pero se despierta varias veces. Duerme mejor por la mañana.
Índice
1. Resumen
2. Presentación
2.1 Historia Clínica
2.2 Valoración según la Medicina Tradicional China
2.3 Aspectos psicológicos de la enfermedad
3. Introducción
3.1 Diagnóstico Occidental
3.2 Tratamiento que se aplica
3.3 Resultados que se obtienen
3.4 Diagnóstico según Medicina Tradicional China
4. Justificación
5. Objetivos
6. Material y Método
7. Resultados
8. Discusión
9. Conclusiones
10. Agradecimientos
11. Bibliografía
12. Anexos