
ISBN: 978-84-1142-167-6
© Juan Antonio Moya Cantón
Introducción
La canalización arterial es una técnica invasiva consistente en introducir un catéter en una arteria con fines diagnósticos y/o terapéuticos, así como para extraer gasometrías arteriales y controlar las constantes de la presión arterial (PA).
La realización de la técnica es llevada a cabo el personal de enfermería (excepto la canalización femoral) así como sus cuidados, monitorización y retirada.
Bien es conocido que las vías arteriales son cada vez más utilizadas para el control de los pacientes en el hospital, en especial en las en unidades de cuidados intensivos (Kaur, 2007).
Su uso queda justificado para la realización de pruebas diagnósticas, monitorización hemodinámica y obtener muestras arteriales.
Las zonas más utilizadas para su colocación son la arteria radial, dorsal pedia, femoral y cubital (Torres, Marín y Gallego, 2018; Castellanos, Lagos y Ramírez, 2018).
La arteria radial es la más accesible, ya que queda expuesta fácilmente al realizar una extensión de muñeca. Es la que menos complicaciones presenta, siendo necesario realizar el Test de Allen previamente para comprobar que existe circulación colateral.
La arteria dorsal pedía también es de fácil acceso y tiene una buena perfusión tisular.
La arteria femoral es la que mayor riesgo de hemorragias, hematomas, infección e isquemia tiene en el caso de lesión arterial. Su canalización la realiza el facultativo, siendo el personal de enfermería quien colabora en la técnica.
La arteria cubital se utiliza como vía de reserva por la escasa circulación colateral suplente que tiene.
Mediante la canalización arterial se puede controlar la PA del paciente directamente, de manera exacta y continua utilizando un transductor que convierte las presiones intraarteriales en ondas visibles en el monitor (Kaur, 2007).
Tema 1. Canalización arterial
La canalización arterial con propósitos clínicos se describió por primera vez a principios de los años 50, siendo en la actualidad una de las técnicas más comunes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) como intervención previa a utilizar una gran variedad de procedimientos de monitorización y tratamiento.
La canalización arterial es una técnica que se utiliza en situaciones en las que el paciente necesita (Nunes, 2020):
- Monitorización continua de la presión arterial sistémica, bien por crisis hipertensiva, situación de shock con hipotensión o para controlar la presión de perfusión cerebral.
- Análisis seriado de gases en sangre para evaluar la situación respiratoria y /o ácido base.
- Otros: acceso a muestras frecuentes de sangre, cateterismo cardíaco, hemofiltración, exanguínotransfusión, etc.
En la actualidad, los accesos arteriales son indispensables para tratar determinadas enfermedades, requiriendo procedimientos de monitorización por su inestabilidad hemodinámica. A pesar que la canalización arterial es un procedimiento bien tolerado, no está exento de riesgos por las dificultades inherentes a la técnica y a las complicaciones que se pueden presentar en la práctica.
Los catéteres intravasculares son indispensables en la práctica médica moderna. Estos catéteres precisan de un acceso vascular, poniendo a los pacientes en una situación de riesgo de complicaciones infecciosas locales y sistémicas (León y Ariza, 2004), trombosis, hemorragias, entre otras.
Estas complicaciones se pueden disminuir poniendo una meticulosa atención a los detalles, siguiendo el protocolo de acceso establecido en cada unidad, garantizando la correcta posición del paciente y asegurando la permeabilidad del catéter.
Existen diferentes sistemas de catéteres o cánulas para mantener una vía arterial, bien periférica o central, en función del calibre y localización de la misma. Aunque cada sistema tiene su propia idiosincrasia y dinamismo, los cuidados son comunes a todos ellos. Por ello, se apunta que tanto la terapia intravenosa como la arterial es una técnica de Enfermería. Esta técnica, a pesar de sus bondades sanitarias como intentar evitar punciones repetidas y asegurar un acceso vascular seguro, es, en incontables ocasiones, una gran desconocida para los profesionales, dudando de su manejo, tratamiento y cuidado por falta de información y formación previa.
Una vez implantado, el catéter requiere unos cuidados integrales especiales y específicos minuciosos (Cortés, 2005). Complicaciones como flebitis, infecciones, obstrucciones o extravasaciones son problemas asociados a la utilización de este acceso. Por ello, el principal objetivo de los cuidados de Enfermería no es otro que eludir su contaminación.
Sólo con una buena gestión de los cuidados enfermeros se puede evitar que el acceso arterial ocasione problemas al paciente.
Para reducir las complicaciones en la canalización arterial, se debe implantar programas formativos donde se incluyan componentes didácticos e interactivos para el personal de Enfermería (Poma, 2020).
Índice
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1. Canalización Arterial
CAPÍTULO 2. Complicaciones y contraindicaciones de la canalización arterial
CAPÍTULO 3. Anatomía relevante para la canalización de la arteria radial
CAPÍTULO 4. Catéter arterial radial: técnica, procedimiento de inserción y monitorización
CAPÍTULO 5. Canalización arterial radial guiada por ultrasonido
CAPÍTULO 6. Cuidados de Enfermería en un catéter arterial
CAPÍTULO 7. Recomendaciones adicionales para los catéteres arteriales periféricos y los dispositivos de
monitorización de presión
BIBLIOGRAFÍA