
ISBN: 978-84-1142-358-8
© Paula Lafuente Ganuza
Resumen
La cisticercosis es una zoonosis causada por el estadio larval del cestodo Taenia solium. Es la infección más común del sistema nervioso central y la primera causa de epilepsia de inicio tardío en países en desarrollo, que también está aumentando en países más desarrollados debido a la inmigración desde zonas endémicas. La infección causa gran morbididad y mortalidad en el ser humano, sobre todo en países endémicos de Latinoamérica, partes de Asia y África; aunque la prevalencia real permanezca desconocida.
El ciclo biológico de T. solium, incluye a las personas como huéspedes definitivos y a los cerdos como hospedadores intermediarios. La cisticercosis se adquiere cuando accidentalmente, la persona se convierte en huésped intermediario del helminto, la mayoría de las veces al ingerir los huevos liberados por un portador de la solitaria, que ha sido infectado tras comer carne de cerdo contaminada con los cisticercos.
Taenia solium ha sido asociada con la pobreza, la falta de servicios sanitarios y con prácticas de libre cría de cerdos. Las manifestaciones clínicas de esta parasitosis son inespecíficas y variadas, y dependen del número, el tamaño, el estadio y localización del quiste, así como de la respuesta inmune del paciente; presentándose comúnmente con convulsiones y dolores de cabeza. El propósito de este estudio es revisar la información disponible sobre el parásito, la epidemiología y fisiopatología de la cisticercosis.
Introducción
El Corán, el libro sagrado de la religión musulmana, habla en cuatro de sus “suras” o capítulos de la prohibición de comer cerdo. Pero, a pesar de la creencia popular, no es la primera religión que lo prohíbe. El Judaísmo prescribe lo mismo. En raras ocasiones un judío come cerdo. Quizás, el motivo sea la sabiduría de los antiguos profetas de ambas religiones, que relacionaron el cerdo no tanto con un animal impuro, sino con una enfermedad.
La cisticercosis es una zoonosis universalmente difundida causada por la infección de la larva enquistada del helminto Taenia solium (comúnmente llamada “solitaria”), un parásito intestinal de la clase Cestoda. La infección ocurre cuando un individuo se transforma, de forma accidental, en el huésped intermediario del parásito. Normalmente es el cerdo el que desempeña este papel, dejando al hombre como único huésped definitivo del gusano adulto.
Existen diversas vías para que se produzca la infección pero lo más común es la ingestión de los huevos de T. solium a través de alimentos contaminados o tras el contacto con una persona con teniosis. Las larvas pueden establecerse en cualquier tejido del organismo, siendo la invasión del sistema nervioso central (SNC) y del globo ocular las localizaciones más comunes confiriendo gravedad a esta parasitosis. Así, es la enfermedad parasitaria más frecuente del sistema nervioso en humanos, dónde las convulsiones son el síntoma principal y en países endémicos, es la causa más común de epilepsia de inicio tardío.
Es endémica en algunos países de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía. Países de bajo nivel socio económico y reducidos estándares de higiene, aunque no es frecuente en aquellos países que por razones religiosas o culturales, no comen carne de cerdo. Sin embargo, hoy en día, debido a la inmigración y al turismo, la enfermedad no es sólo una cuestión de países en desarrollo ya que, cada vez con más frecuencia, estudios reportan la aparición de brotes en áreas que se creían libres del parásito o dónde se creía erradicado; convirtiéndose así en un problema de salud pública mundial.
La enfermedad es conocida desde la antigüedad, los antiguos griegos ya observaron la presencia de larvas en la musculatura del cerdo. Hasta el siglo XVII no se relacionó la cisticercosis con la epilepsia. Durante los años siguientes, se precisan las características clínicas y nuevos avances en el conocimiento y diagnóstico de esta entidad, hasta que una nueva etapa se abre con el importante avance del descubrimiento de la tomografía computarizada (TC) en 1973 (García-Albea, 1991). De igual manera, en los últimos años, el descubrimiento de otras especies de Taenia parásitas humanas, como T. asiatica, ha creado una nueva línea de investigación.
Hoy se estima que hay 50 millones personas infectadas en el mundo causando 50.000 muertes al año, pero la prevalencia exacta es difícil de determinar puesto que se trata de una patología muy polimórfica que puede cursar de forma asintomática o determinando una amplia variedad de síntomas que dependen del número, localización y tamaño de los quistes y de la reacción del tejido circundante.
Índice
Resumen/ Abstract
Introducción
Objetivos
Material y métodos
Resultados y desarrollo
Agente causal y ciclo biológico
Agente causal
Ciclo biológico
Epidemiología
Transmisión
Distribución geográfica
Herramientas para determinar la prevalencia
Fisiopatología
Neurocisticercosis
Estadios de involución de los cisticercos
Quistes intraparenquimales
Quistes extraparenquimales
Neurocisticercosis espinal
Cisticercosis oftálmica
Cisticercosis sistémica
Manifestaciones clínicas
Discusión
Conclusión
Agradecimientos
Bibliografía