
ISBN: 978-84-1142-279-6
© Mariem Ahmed Abdeselam, Dunia Mohamed Campos, Manuel García Begraoui, Fatima Zahra Mohamed Kabli
Resumen
Introducción: La epilepsia es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en el mundo, con mayor incidencia en el sexo masculino y en los países con bajos ingresos. Para su diagnóstico hay que tener en cuenta tres aspectos: tipo de convulsión, tipo de epilepsia y síndromes epilépticos. El tratamiento tiene como pilar básico la farmacoterapia, aunque existen otras alternativas terapéuticas.
Objetivo general: Conocer las limitaciones sociales de los pacientes epilépticos y su repercusión psicológica, últimas recomendaciones de actuación a nivel extrahospitalario y métodos terapéuticos no farmacológicos.
Metodología: Se ha realizado una revisión bibliográfica en las bases de datos electrónicas Pubmed, Scopus y Web of Science, escogiendo los artículos más relevantes sobre la temática planteada, seleccionando un total de 42 artículos.
Resultados: La epilepsia se encuentra estereotipada debido a un desconocimiento social, repercutiendo psicológicamente en dichos pacientes. Las medidas básicas de actuación incluyen vigilar el tipo de epilepsia y mantener la seguridad del paciente evitando la sujeción. Como opciones terapéuticas no farmacológicas destacan la cirugía y la dieta cetogénica.
Conclusión: Es necesario ampliar el conocimiento social sobre la epilepsia, consiguiendo así una desmitificación de la enfermedad y una mejora de la calidad de vida de estos pacientes. Asimismo, sería conveniente continuar investigando en esta área y reforzar conocimientos entre el personal sanitario.
Palabras clave: convulsiones, crisis epiléptica, epilepsia, impacto psicosocial, actuación, métodos terapéuticos.
Introducción
Actualmente, existen múltiples definiciones en relación a la epilepsia. Entre las más aceptadas se encuentran, por un lado, la referente a la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE), quienes la definen como el evento producido por dos o más convulsiones no inducidas que se producen con 24 horas de diferencia, y, por otro lado, la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), definiéndola como un trastorno crónico neurológico caracterizado por convulsiones recurrentes (Beghi, 2020; OMS, 2022).
Hay que tener en cuenta que las crisis convulsivas o convulsiones son descargas eléctricas cerebrales inusuales cuya aparición no implica necesariamente epilepsia. En ocasiones, surgen convulsiones como resultado de una afección del sistema nervioso central (SNC), por lo que estas pueden desaparecer una vez eliminada su causa (Beghi, 2020).
Prevalencia
Según la OMS, alrededor de 50 millones de personas en el mundo presentan epilepsia, convirtiéndose así en una de las enfermedades neurológicas más frecuentes. Asimismo, se estima que aproximadamente unos cinco millones de personas son diagnosticadas de epilepsia cada año (OMS, 2022). La prevalencia es mayor en el sexo masculino, en los países de bajos ingresos y en las clases socioeconómicas más desfavorecidas (Beghi, 2020).
En Europa, la prevalencia de epilepsia es del 0,7%, afectando alrededor de unos seis millones de personas. En España, la incidencia de epilepsia es mayor en la población infantojuvenil y ancianos, encontrándose alrededor de 400.000 personas que sufren esta enfermedad. Además, se diagnostican aproximadamente unos 23.000 casos nuevos de epilepsia al año (Serrano- Castro et al., 2015; Sociedad Española de Neurología [SEN], 2019).
En relación a la mortalidad, aunque la incidencia no es muy elevada (2 por 100.000 habitantes al año aproximadamente), hay que tener en cuenta tanto los factores sociodemográficos, pues se calcula que una décima parte de personas con epilepsia no son tratadas en países de ingresos altos frente a un 75% de personas sin tratamiento en países de ingresos bajos, así como las comorbilidades asociadas, asociándose un mayor riesgo de muerte a ciertos tipos de convulsiones como las tónico-clónicas y las generalizadas (Guerrero, 2016).
Etiología
La epilepsia es una enfermedad no transmisible de la que se desconoce el origen de un tercio de los casos detectados (OMS, 2022). Cabe señalar que la epilepsia no surge por una causa determinada, pues existen múltiples factores que pueden dar origen a una lesión en la estructura cerebral provocando crisis convulsivas de forma temporal, hasta que cesa la causa,o de forma crónica, dando lugar a la epilepsia (Beghi, 2020).
Las crisis convulsivas que acaban originando dicha enfermedad pueden darse en cualquier etapa de la vida, atribuyéndose diferentes motivos en función del momento de aparición. Dichas causas se agrupan en seis niveles de clasificación: estructurales, genéticas, infecciosas, metabólicas, inmunológicas y desconocidas (OMS, 2022). No obstante, según la edad en la que se producen las primeras convulsiones es más frecuente una causa u otra (Beghi, 2020; Monteiro et al., 2019).
En esta misma línea, en los neonatos la etiología proviene de un daño cerebral ocasionado antes o durante el parto, siendo la hipoxia y las lesiones que ocurren durante el alumbramientolas causas más comunes (OMS, 2022). En cuanto a la población infantojuvenil, las malformaciones congénitas, las alteraciones genéticas y aquellas causas de origen infeccioso, así como traumatismos severos y cuadros febriles conforman las causas principales (Monteiro et al., 2019; Serrano-Castro et al., 2015).
Por otro lado, los traumatismos craneoencefálicos (TCE) son la causa más frecuente de crisis convulsivas en aquellas personas con edades comprendidas entre 18-35 años. Asimismo, aquellas personas cuya edad se encuentra entre los 35-64 años son más susceptibles de sufrir crisis a causa de tumores o accidentes cerebrovasculares (ACV) mientras que, en aquellas personas de edad avanzada, prevalecen las convulsiones por ACV y por procesos degenerativos y, en menor medida, por procesos infecciosos (Luján et al., 2017; Monteiro et al., 2019).
Tipos de epilepsia
La clasificación de la epilepsia supone una de las mejores herramientas para el manejo de la enfermedad. Por este motivo, han sido muchos los cambios que han ido surgiendo con el fin de establecer una distribución más precisa, siendo la propuesta por la ILAE, tras su tras su última modificación en 2017, la más utilizada (Bosak et al., 2019).
Con la nueva clasificación, se han actualizado muchos términos cuya comprensión resultaba compleja tanto para la población general como para los pacientes epilépticos inclusive. De esta forma, el término “parcial” fue reemplazado por “focal”, haciendo referencia a la localización de la convulsión en un hemisferio o área cerebral concreta y no por criterios anatómicos; el concepto de “convulsión focal con generalización secundaria” fue sustituido por “tónico-clónica focal a bilateral”; “crisis parcial simple” y “crisis parcial compleja” se sustituyeron por “consciente focal”, ya que los conceptos “simple” y “complejo” podrían relacionarse con la gravedad del evento convulsivo. Por último, “gran mal” fue sustituido por “tónico-clónico generalizado”, al igual que “espasmo infantil” se renombró como “espasmo epiléptico” (Tabla 1) (Fisher et al., 2017).
Índice
RESUMEN
ABSTRACT
1. INTRODUCCIÓN
1.1 Prevalencia
1.2 Etiología
1.3 Tipos de epilepsia
1.4 Sintomatología
1.5 Diagnóstico
1.6. Tratamiento
1.7 Papel de Enfermería
1.8 Justificación
2. OBJETIVOS
3. METODOLOGÍA
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
5. CONCLUSIÓN
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ANEXOS
Anexo 1. Tipos de crisis focales de inicio motor y no motor…
Anexo 2. Tipos de crisis generalizadas de inicio motor y no motor
Anexo 3. Conocer las limitaciones de los pacientes epilépticos en la sociedad y su repercusión psicológica
Anexo 4. Describir las últimas recomendaciones de actuación en una crisis epiléptica a nivel extrahospitalario…
Anexo 5. Revisar los últimos métodos terapéuticos no farmacológicos que se emplean para la epilepsia