
ISBN: 978-84-1142-179-9
© Marina Martín Trujillo
Resumen
En los últimos años, debido a la presión social por conseguir un cuerpo perfecto y al canon de belleza imperante, se ha producido una mayor preocupación por la imagen corporal y por el aumento del peso en los países occidentales, tanto en adolescentes como en mujeres. Esta preocupación conlleva a que las personas realicen conductas extremas para así estar satisfechas con su propio cuerpo, provocando así, un alto nivel de insatisfacción y una gran diversidad de problemas de salud, pudiendo llegar a producirse un trastorno de la conducta alimentaria (TCA).
Os mostramos los resultados obtenidos de un trabajo elaborado en el mes Mayo de 2017 en el campus Universitario de Ceuta y en el Hospital Universitario de Ceuta, estos resultados analizan los elementos socioculturales relacionados a los altos índices de masa corporal. Por este motivo, realizamos un estudio descriptivo transversal cuantitativo a través de los datos recogidos del Test de la Silueta para Adolescentes (TCA) en una muestra de 50 hombres y 50 mujeres estudiantes del Campus Universitario de Ceuta.
Los resultados nos revelan que el 70% de las mujeres muestra un IMC normal. Del total de la muestra el 18% tiene sobrepeso y el 14% tiene un peso por debajo de lo normal. Por otro lado, el 58% de los hombres muestra un IMC normal. Del total de la muestra escogida el 38% tiene sobrepeso y el 4% tiene obesidad. Estos resultados no concuerdan con la propia imagen corporal que se indica el individuo a sí mismo, ya que el 46% de la muestra de mujeres se identifica con una silueta más delgada de la que le pertenece y el 38% se identifica con una silueta más gruesa. En cuanto a los hombres, el 74% se identifican con una silueta más delgada de la que les corresponde y el 4% con una silueta más gruesa.
Palabras clave: Imagen corporal, trastorno de la conducta alimentaria, sobrepeso, índice de masa corporal, distorsión de la imagen.
Introducción
Imagen corporal
A lo largo de las últimas décadas, se ha originado un aumento de la incidencia y prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en los países occidentales. Esto provoca una enorme preocupación debido a los problemas médicos y sociales que los TCA conllevan, dicha preocupación sobrepasa el ámbito clínico o asistencial, centrándose constantemente sobre las causas o determinantes posibles. Por lo que como consecuencia, en los países occidentales, se ha producido un aumento de la preocupación por el peso y la imagen corporal, particularmente entre adolescentes y mujeres. Cuando la preocupación por la imagen corporal y el peso sobrepasa los límites lógicos, se produce el inicio de conductas cada vez más extremas, para así tener una imagen corporal deseada y mantener el peso bajo control. Estas prácticas tan extremas acaban provocando en los casos más graves parte de un TCA. Tras un gran número de estudios científicos, se ha indicado que una de las principales características de los pacientes con TCA es la perturbación de la imagen corporal.
En la adolescencia se producen una gran cantidad de cambios físicos y psicológicos, es una etapa de tensión y estrés en la que los adolescentes pasan y se enfrentan a muchos cambios. Esta gran cantidad de cambios provocan en los adolescentes una excesiva preocupación por su aspecto físico, llevándoles a una sobrevaloración del cuerpo que afecta tanto a los chicos como a las chicas. Según diversos estudios sobre los adolescentes es en esta época cuando hay más interés y preocupación por la apariencia física, y es en este período cuando se crea la imagen negativa de nuestro propio cuerpo. (Cruz, 2008) La imagen negativa se debe a que se desarrolla el sentido del rol sexual y la identidad. La satisfacción corporal se vincula a la deseabilidad social, por lo que incluye aspectos relacionados con las diferencias de sexo. (op. Cit.)
Esta imagen negativa del cuerpo tiene una afectación mayor en las mujeres, debido a la diferente valoración sociocultural y presión de los estereotipos femeninos y masculinos considerados como normativos. (op. Cit)
El modelo estético corporal femenino muestra delgadez y pocas curvas en la silueta, un cuerpo anguloso y andrógino donde no se resaltan las características sexuales.
Se han realizado estudios sobre la imagen corporal en adolescentes donde los resultados obtenidos muestran que la delgadez está relacionada con una valoración social positiva, ya que se asocia a éxito y belleza; por otro lado la gordura está relacionada con connotaciones negativas.
Debido a estos estereotipos existe un gran número de adolescentes descontentas con su propio cuerpo, debido a que se comparan con el modelo de delgadez existente, provocando esto que intenten tener una imagen corporal casi imposible de conseguir, dando lugar a una insatisfacción que les genera ansiedad por el cuerpo y pensamientos de cambiarlo.
El modelo estético corporal masculino se ha mantenido prácticamente igual a lo largo de la historia. Es ahora en las últimas décadas cuando se ha producido un aumento en la presión social sobre estereotipos más estrictos y definidos de belleza. Desde la época del Imperio Romano y la Grecia Clásica, se destacaban cuerpos atléticos desnudos o semidesnudos, con espaldas anchas, pectorales marcados, cintura estrecha y estómago disminuido. Este ideal clásico fomenta una gran presión social hacia una imagen atlética y de potencia la cual se consigue mediante el ejercicio físico. Es ya en los años 90 cuando se realzan los ideales estéticos masculinos, como el aumento del tiempo de ejercicio para aumentar la musculatura, la forma marcada de la cara, el uso de anabolizantes y maquillaje, todo esto para llegar a esos estereotipos estéticos. (op. Cit.)
Índice
1. Resumen
Abstract
2. Introducción
2.1. Imagen corporal
2.2. Evolución histórica
2.3. Problemas de salud asociados
2.4. Obesidad
2.4.1. Tipos de obesidad
2.4.2. Incidencia de la obesidad por género en España
2.5. Instrumentos y medidas
3. Justificación
4. Objetivo
5. Material y método
6. Resultados
6.1. Peso e IMC de la muestra
6.2. Modelo estético vigente
6.3. Distorsión e insatisfacción con la imagen corporal
6.4. Diferencia de percepción de las mujeres de la muestra
6.5. Correspondencia del IMC con la silueta de la mujer. (Maganto, 2008)
6.6. Grado de insatisfacción por infrapeso, normopeso, sobrepeso y obesidad
6.7. Grado de insatisfacción por normopeso, sobrepeso y obesidad
7. Discusión
7.1. Diferencias de género en sobrepeso y obesidad
7.2. Grado de distorsión TSA – D
7.3. Grado de insatisfacción TSA – I
7.4. Diferentes creencias entre hombres y mujeres
7.5. Trastorno de la conducta alimentaria
8. Conclusión
9. Bibliografía
10. Anexos