
ISBN: 978-84-1142-150-8
© Paula Cañadas Morales, Dunia Mohamed Campos, Dunia Mohand Abderrahaman, Dunia Haddu Mohamed
Resumen
Introducción: el catéter de inserción periférica (PICC), se encuentra dentro de los catéteres venosos centrales, se inserta a través de una vena superficial periférica y llega hasta el tercio distal de la vena cava superior. Puede ser insertado por enfermeras especialistas, médicos o radiólogos intervencionistas.
Justificación: la finalidad de esta revisión es concienciar al personal sanitario del mantenimiento del catéter, así como su colocación, su utilidad y las intervenciones relacionadas con la prevención.
Objetivo general: cuidados de enfermería en la inserción del PICC que proporcione información actualizada para un manejo eficaz.
Metodología: esta revisión bibliográfica se ha elaborado a partir de la búsqueda de datos de ciencias de la salud Pubmed, Web of Science, Scielo, Scopus y algunas guías de enfermería. El resultado de la búsqueda arroja un total de 36 referencias bibliográficas, incluyéndose únicamente artículos relacionados con el tema de interés.
Resultados y discusión: se seleccionan un total de 26 artículos para realizarlos. El PICC ha aumentado su uso debido a su fácil empleo, comparándolo con el catéter venoso central, así como su gran utilización en pacientes críticos, pediátricos y oncológicos, gracias a sus ventajas, aunque también hay que tener en cuenta sus complicaciones. La actuación del profesional de enfermería es la clave para reducir las infecciones.
Conclusión: Podemos finalizar este artículo concluyendo que se debe de incorporar enfermeros a la práctica de su colocación y así mejorar los procedimientos. La intervención de enfermería es fundamental para favorecer un buen funcionamiento del catéter.
PALABRAS CLAVE: Enfermeras, catéter, venas, técnicas, tipos, mantenimiento, catéter central de inserción periférica (PICC).
Introducción
En 1929, el Dr. Werner Forssmann se auto insertó un catéter ureteral a través de su vena cubital hasta el lado derecho de su corazón, desde entonces esta técnica ha ido desarrollándose, siendo hoy en día indispensable para el manejo de los pacientes (Patel et al., 2019).
La primera vez que se utilizó en pacientes fue para la administración de nutrición parenteral en el año 1970. Al inicio de esta técnica se planteaban multitud de complicaciones. Gracias al gran avance tecnológico y médico de los últimos años estas dificultades se han ido resolviendo, permaneciendo alguna de ellas como infecciones del torrente sanguíneo, trombosis, flebitis, obstrucción, etc (Mielke et al., 2020).
Un gran porcentaje de pacientes que se encuentran hospitalizados son portadores de algún tipo de dispositivo de acceso vascular (DAV), por los que se accede directamente al torrente sanguíneo. Existen diferentes métodos para llegar a los grandes vasos sanguíneos utilizando catéteres venosos centrales (CVC). Según el programa de prevalencia de las infecciones nosocomiales en España (EPINE-EPPS 2017) se examina que del 83,24% de los pacientes que portan un catéter vascular, el 10,41 es un catéter venoso central (CVC).
Millones de catéteres se implantan anualmente en los servicios de salud para brindar apoyo en el manejo de enfermedades agudas y crónicas en pacientes de todas las edades. El acceso venoso central puede realizarse a través de un catéter venoso central (CVC) o un catéter central de inserción periférica (PICC). Es esencial el empleo de estos catéteres para poder cubrir las necesidades asistenciales del paciente sobre todo de los que están en situación crítica (Pérez et al., 2019; Santos et al., 2020).
A lo largo de la historia los catéteres se han utilizado principalmente para la terapia de tumores, infusión sanguínea, nutrición parenteral, monitorización hemodinámica, quimioterapia, purificar líquidos sanguíneos, administración de medicación como pueden ser drogas vesicantes que llegan a causar daños en el tejido muscular, en la piel, y toma de muestras de sangre (Patel et al., 2019; Wang et al., 2018).
En la actualidad, nos encontramos con varios tipos de catéteres venosos centrales, según la indicación médica y las necesidades del paciente. La elección generalmente la realiza el médico, dependerá del tiempo considerado de uso (largo, medio o corto), duración, disponibilidad y estado del paciente. Algunos de ellos son (Akaraborworn, 2017; Mielke et al., 2020; Patel et al., 2019; Santos et al., 2020):
– Catéteres tunelizados: son utilizados cuando se necesita llegar al torrente sanguíneo del paciente frecuentemente durante un periodo de más de 30 días. Estos muestran una tasa más baja de infección que los catéteres no tunelizados, ya que su objetivo es retardar la entrada de microorganismos y así poder disminuir el riesgo de bacteriemia.
– Catéteres no tunelizados: son más fáciles de insertar, su uso es de corta duración y suelen utilizarse en situaciones de emergencia. Por lo tanto, deben de ser retirados cuanto antes para llegar a evitar complicaciones.
– Puertos implantados: se utilizan para un largo plazo, necesitan una implantación quirúrgica, dan lugar a mejores resultados estéticos y producen menos infecciones que los anteriores.
– Catéteres de diálisis: estos necesitan heparinización para poder prevenir la coagulación, ya que tienen grandes orificios.
Dentro de los dispositivos CVC, nos encontramos con los catéteres centrales de inserción periférica (PICC). Estos se insertan a través de la una vena superficial periférica en la parte superior del brazo (vena cefálica, braquial o basílica) y llegan hasta el tercio distal de la vena cava superior la cual se encuentra en el lado derecho del corazón (Patel et al., 2019; Salgueiro-Oliveira et al., 2021).
Índice
RESUMEN
ABSTRACT
1. INTRODUCCIÓN
2. JUSTIFICACIÓN
3. OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
4. METODOLOGÍA
4.1. Bases de datos.
4.2. Palabras clave.
4.3. Criterios de inclusión y exclusión.
4.4. Estrategia de búsqueda
5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
5.1. Identificar las principales intervenciones de enfermería relacionadas con la colocación y mantenimiento del PICC para prevenir las infecciones asociadas a su uso.
5.2. Describir las ventajas e inconvenientes que implica el uso del PICC en la calidad de vida del paciente.
5.3. Indicar la utilidad del PICC para poder seleccionar a los pacientes según su diagnóstico médico y sus necesidades.
6. CONCLUSIÓN
7. BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS