
ISBN 978-84-1142-066-2
© Estefanía Laviano Martínez
Resumen
Los objetivos de este trabajo son conocer la tasa de infección quirúrgica en un Servicio de Cirugía General de un Hospital Universitario de tercer nivel, evaluar y analizar los resultados obtenidos con los resultados esperados según la clasificación de NNIS y la de Altemeier y comparar con los resultados obtenidos por los de programas de vigilancia como EPINE y el Surveillance Report del ECDC.
Material y método: Estudio prospectivo observacional de pacientes sucesivos intervenidos e ingresados en el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Miguel Servet durante un mes entre febrero y marzo de 2016. Se recogieron 20 variables estructuradas en 4 apartados: variables epidemiológicas: número de historia clínica, edad, sexo, comorbilidades; variables quirúrgicas: tipo de cirugía, técnica quirúrgica realizada, categoría de NNIS, clasificación de Altemeier, ASA, duración de la cirugía, profilaxis antibiótica y unidad del servicio a cargo del paciente; variables de resultado: estancia pre y postoperatoria, complicaciones postoperatorias, infección nosocomial; variables de infección quirúrgica: clasificación de la ISQ, ASEPSIS score, cultivo.
Resultados: Se recogieron datos de 206 pacientes intervenidos quirúrgicamente en el periodo a estudio. La tasa de ISQ fue de 10.19%., siendo el 57.14% de tipo incisional superficial y el 33.33% órgano cavitaria. La tasa de infección nosocomial fue de 10.19%. La mediana obtenida en el índice ASEPSIS fue de 26 con un rango de 14 a 60. Se encontraron diferencias significativas en la tasa de ISQ en los pacientes que presentaron desnutrición y en la duración de la intervención de los pacientes con ISQ, siendo esta mayor que la de los pacientes sin ISQ. También se encontraron diferencias significativas en el NNIS de los pacientes con infección nosocomial.
Conclusiones: La tasa de infección de herida quirúrgica observada en nuestra muestra está muy por encima de la observada en el estudio EPINE. Hemos encontrado una relación directa entre la ISQ y la desnutrición. Las infecciones de herida quirúrgica observadas en nuestra muestra fueron de mayor gravedad y con una estancia postoperatoria mayor que la observada en el estudio del ECDC11. Se observó una buena relación entre el índice de NNIS y la tasa infección nosocomial. Es necesario establecer un sistema de vigilancia de la ISQ en nuestro servicio.
Introducción
Importancia del problema
La infección de herida quirúrgica no es un tema reciente, Hipócrates (460-377 a.C.) ya utilizaba vinagre para irrigar las heridas abiertas y las cubría para evitar daños mayores. Hasta el siglo XIX, las infecciones de herida tenían consecuencias devastadoras y una gran mortalidad. Ignaz Semmelweis estableció las bases de la antisepsia en 1851, recomendando el lavado de manos e instrumental quirúrgico como media de prevención de la sepsis puerperal. La introducción de los principios de antisepsia por Joseph Lister en 1867 y los coetáneos trabajos de Louis Pasteur sobre la teoría de los gérmenes, permitieron un enfoque científico de la infección quirúrgica y obtuvieron una disminución sustancial en la mortalidad y en las complicaciones infecciosas postoperatorias.
La lenta adopción de estos principios, junto con la introducción de los antibióticos a mediados del siglo XX, ha permitido el acceso a las cavidades del organismo y la realización en ellas de operaciones quirúrgicas extensas de forma segura.
Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado durante siglos en la prevención de la infección de herida quirúrgica, son pocas las medidas que ha sido científicamente probadas. Este hecho promueve que algunos cirujanos crean aduzcan que la infección de herida quirúrgica sería el resultado de una deficiente preparación de la piel o de un mal funcionamiento del sistema de ventilación de los quirófanos. Pese a todo, existe la evidencia de que gran parte de las infecciones de herida quirúrgica se deben al mal cumplimiento de las medidas de prevención perioperatorias.
La infección del sitio quirúrgico (ISQ) constituye una importante fuente de problemas clínicos y económicos para los sistemas de salud. Ocupa el segundo lugar entre las infecciones nosocomiales y es la infección más frecuente entre los pacientes quirúrgicos (2-7%). En un estudio español de 2002 sobre 2794 pacientes quirúrgicos, se halló una tasa de ISQ del 7.7% de los pacientes intervenidos. Cada ISQ añade 11 días de ingreso y un coste medio de 4.000 euros a la hospitalización. Además, la ISQ está directamente relacionada con la mortalidad en el 75% de los pacientes con ISQ que fallecen en el periodo postoperatorio.
Según un estudio del INICC (International Nosocomial Infection Control Consortiun) que reúne 82 hospitales de 30 países en vías de desarrollo existe una relación negativa entre la riqueza de un país y la tasa de infecciones de sitio quirúrgico, que puede ser explicada por la falta de programas de control de infecciones a nivel nacional y de un marco legal que sustente el cumplimiento de dichos programas. Para reducir su incidencia tanto en países desarrollados como en los menos desarrollados, el cirujano debe conocer los factores que contribuyen a la aparición de las ISQ, así como los métodos para evitarlas, los sistemas para predecirlas y las estrategias para controlarlas.
Índice
Resumen
II. Introducción
III. Objetivos
IV. Material y método
V. Resultados
VI. Conclusiones
VII. Bibliografía