Índice
ISBN 978-84-19078-88-9
© María Elvira Tarín Vives
Resumen
Comenzaremos exponiendo cuáles son las circunstancias que se deben dar para que una persona escriba, elemento imprescindible para reconocer posibles anomalías. También hablaremos del concepto de disgrafía y de su diagnóstico.
Prestaremos un especial interés en los aspectos que se deben tratar en la reeducación de la disgrafía, ya que es la parte en la que el trabajo del pedagogo o terapeuta cobra verdadero sentido.
Palabras clave: disgrafía, escritura, pedagogía, dificultades de aprendizaje.
Introducción
Año 3000 a.C., comienza la Historia. Dejamos atrás la Prehistoria y comenzamos a plasmar con símbolos todo aquello que nos interesa, comenzamos, después de miles de años, a escribir. Desde este momento el hombre va desarrollando este novedoso método de comunicación hasta llegar a lo que hoy conocemos como escritura. No obstante, se necesitaron de muchos años más hasta llegar a la actual manera de expresarnos.
La escritura es un método de comunicación y de conservación de información ampliamente extendida y damos por supuesto, en muchas ocasiones, que no requiere de apenas esfuerzo para ser aprendido o que los problemas que se puedan presentar son fruto de la falta de interés o motivación. Pues bien, existen numerosas explicaciones o causas por las que se pueden dar problemas en la escritura, una de ellas, la disgrafía.
Se expondrá todo lo necesario para que el lector tenga una idea clara de qué es la disgrafía y de sus características más importantes. Para esto nos hemos basado en la búsqueda de información en manuales de referencia como la disgrafía. Concepto, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la escritura de Portellano (1993) o Dislexia, disortografía y disgrafía de Rivas y Fernández (1998).
Comenzaremos dando unas pinceladas de aquellos requisitos que se deben dar para producir la escritura, cosa que cualquier pedagogo debe tener claro para poder abordar esta problemática. Nos apoyaremos en los autores mencionados con anterioridad para describir el concepto de disgrafía, importante antes de enfrentarnos a ella. Describiremos las evidencias en las que el pedagogo debe basarse a la hora de evaluar la posible disgrafía y remarcaremos aquellos puntos en los que hay que tener especial interés. Por último, como no podía ser de otro modo, hablaremos del proceso de intervención, sin duda lo más interesante y lo que va a hacer que todo el trabajo anterior cobre su verdadero sentido.
Por todo esto, me propondré dar una visión pedagógica de la disgrafía, aspecto que se pasa un poco por alto en la formación del pedagogo y que es importantísimo. La disgrafía no sólo muestra dificultades a la hora de escribir, sino que pone de manifiesto otras muchas dificultades que el niño presenta y que son importantes para su desarrollo. Dotar de la importancia merecida a esta dificultad de aprendizaje y dar herramientas básicas para su intervención por parte de un profesional. De esta manera, si se reconocen los rasgos de la disgrafía y demás dificultades del aprendizaje, podremos trabajar con esos niños y procurar que logren conseguir sus metas académicas. En muchas ocasiones se tacha a estos niños de despistados, vagos o con pocas aptitudes para los estudios, pues bien, con una intervención adecuada, se puede lograr que las dificultades de aprendizaje de muchos niños disminuyan sustancialmente. Esto además, favorecerá su autoconcepto y seguridad en sí mismo, cosa imprescindible para un buen desarrollo.