
ISBN: 978-84-1142-231-4
© Navila El Karmoudi Satour, Reina-Esther Obadia Cohen
Resumen
Introducción: Con el inicio de la alimentación complementaria, el método tradicional con cuchara ha supuesto desde épocas anteriores, ser el método de elección para la mayoría de las familias, sin embargo, actualmente surgen métodos alternativos como el popular Baby Led Weaning, en el que las pautas de alimentación no son tan estrictas y es el bebé el encargado de decidir la cantidad y el tipo de alimentos que ingiere, además de realizar las comidas en familia. El propósito de esta revisión es conocer con más profundidad el BLW, así como su posible carácter protector frente a enfermedades, además de los posibles riesgos acarreados.
Objetivos: El propósito de esta revisión es conocer con más profundidad el BLW, así como su posible carácter protector frente a enfermedades, además de los posibles riesgos acarreados.
Metodología: Se ha llevado a cabo una búsqueda en diversas bases de datos para poder seleccionar aquellos artículos en relación al BLW.
Resultados: El BLW no supone un riesgo en cuanto al déficit de hierro, siempre que se realice bajo las recomendaciones, además con respecto a la aparición de sobrepeso y obesidad, resultó ser un factor protector, en cuanto al riego de asfixia y atragantamiento se refiere, se insiste en la falta de información, puesto que estos episodios ocurren, no en función del método, sino de los alimentos ofrecidos. Por último, con respecto a los factores sociodemográficos, se ha demostrado que cuanto mayor nivel de estudios y económico las madres tienden a escoger el BLW.
Conclusión: El BLW no solo no supone un riesgo para el niño, siempre que se sigan las recomendaciones pertinentes, sino que favorece un correcto desarrollo.
Palabras clave: BLW, hierro, asfixia, obesidad, sobrepeso, etc.
Introducción
El modo de alimentación de un niño hasta los dos años de vida será un gran determinante para favorecer un correcto desarrollo tanto físico, psíquico como social (Manrique 2014).
La alimentación complementaria (AC) hace referencia a la introducción de alimentos sólidos o líquidos, distintos a la leche de fórmula o materna, no como sustitución sino como complemento a la lactancia materna o de fórmula (Fewtrell, et al., 2017).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener de forma exclusiva la lactancia materna al menos durante los seis primeros meses de vida del niño y, una vez cumplido este periodo, introducir de forma paulatina los distintos alimentos sin olvidar que la lactancia materna se mantiene todo el tiempo, que tanto madre como hijo consideren (Organización Mundial de la Salud (OMS), 2005).
Es importante esperar en torno a los seis meses de edad porque alrededor de este periodo el organismo del bebé adquiere a nivel inmune, gastrointestinal, renal y neurológico, la madurez necesaria para iniciar la alimentación complementaria.
Un correcto desarrollo de las habilidades psicomotoras es fundamental para iniciar la alimentación complementaria ya que existe una serie de condiciones que deben cumplirse y de este modo evitar futuras complicaciones.
Una vez desarrolladas las habilidades psicomotoras que permiten al bebé emplear e ingerir con seguridad los distintos alimentos (ver Tabla 1), este deberá además poder mantener la cabeza erguida por sí solo, podrá mantener la postura de sedestación sin ayuda, y deberá dejar de expulsar aquellos alimentos que no sean líquidos, o que no tengan la textura de la mama, con la lengua, es decir, desaparición del reflejo de extrusión, que es un mecanismo fisiológico que aparece como defensa hacia el niño para permitirle evitar atragantamientos e incluso para preservar la lactancia materna (Daniels, et al., 2015) .
En cuanto a la instauración de la alimentación complementaria en bebés prematuros, no existen pautas concretas en cuanto al momento exacto del comienzo de la misma, ya que estos niños presentan, nutricionalmente hablando, necesidades especiales a diferencia de los bebés nacidos a término. En estos casos es importante prestar atención a aquellos signos que presenta el bebé y que demuestran su predisposición a ingerir distintos alimentos a la leche materna o de fórmula, dependiendo del desarrollo motor de estos niños prematuros puesto que no se desarrollarán a la misma edad que los niños nacidos a término (Vissers, Feskens, Van Goudoever y Janse, 2018).
En cuanto al orden de introducción de los diferentes alimentos: de manera tradicional se han estado introduciendo en un modo progresivo los alimentos y las texturas. En cuanto al gluten, actualmente se recomienda introducirlo alrededor de los 6 meses de edad y en cantidades pequeñas para evitar una posible intolerancia. La fruta y la verdura se introducirán de forma progresiva evitando alimentos ricos en nitratos como lo son aquellos de color verde, estos deben suponer menos de un 20% del plato. Entre los 6 y 8 meses se introduce la carne blanca como el pollo, pavo, o cerdo y el pescado blanco como el lenguado. Entre los 9 y 10 meses se introducen lácteos ricos en lactobacilus y bifidus. Entre los 11 y 12 meses se introducen las legumbres sin piel y el huevo (Navarro y Araya, 2016).
Sin embargo, en la actualidad existen métodos novedosos en los que ni los padres ni el bebé deben seguir pautas estrictas en cuanto al orden y tipo de introducción de alimentos. A diferencia de la descrita, alimentación tradicional con purés, en la que además de no permitir al niño experimentar con las texturas, sabores y colores, se no restringen determinados alimentos según la edad del niño.
Actualmente los padres utilizan otros métodos, como novedad y tendencia, entre estos se encuentra el método de alimentación complementaria “Baby Led Weaning” (BLW) o también llamado “alimentación guiada por el bebé”.
Índice
1. INTRODUCCIÓN
1.2 JUSTIFICACIÓN
2. OBJETIVOS
3. METODOLOGÍA
4. RESULTADOS
4.1 DETERMINAR LA POSIBLE EXISTENCIA DE DÉFICIT DE HIERRO AL APLICAR EL MÉTODO BLW
4.2 CONOCER SI LA APLICACIÓN DEL MÉTODO BLW PREVIENE LA OBESIDAD Y SOBREPESO EN NIÑOS
4.3 DETERMINAR EL RIESGO DE ASFIXIA Y AHOGAMIENTO EN NIÑOS EN LOS QUE SE APLICA EL MÉTODO BLW
4.4 CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS RELACIONADAS CON EL TIPO DE ALIMENTACIÓN ESCOGIDA
5. DISCUSIÓN
5.2 CONCLUSIONES
6. REFERENCIAS
ANEXOS
Anexo 1: Relación de bases de datos revisadas para realizar la búsqueda de artículos.
Anexo 2: Posición de los autores en cuanto a los distintos métodos de alimentación complementaria, referido al déficit de hierro.
Anexo 3: Posición de los autores frente a la aparición de sobrepeso y obesidad infantil, comparando los distintos métodos.
Anexo 4: Posición de los autores en cuanto a los distintos métodos de alimentación complementaria, frente a episodios de asfixia.
Anexo 5: Posición de los autores en cuanto a los resultados de los factores sociodemográficos.