
ISBN: 978-84-1142-334-2
© Daniel Fernández Ferreiro, Paula Ureña Solís
Introducción
Cuidados Paliativos
A lo largo de la historia, la actitud de la humanidad frente a la muerte del ser humano ha ido evolucionando con el paso del tiempo. La forma de afrontar la muerte y acompañar al enfermo en su camino hacia ella también. Es por tanto fundamental hacer un breve resumen de esta evolución para entender la necesidad de los cuidados paliativos en la sociedad.
La Medicina que precede al siglo XX fundamentaba sus bases en el alivio de los síntomas, su tarea única era tratar de aliviar al enfermo y dejar a la enfermedad seguir su propia historia natural. El cambio radical frente a la Medicina posterior al siglo XX se da al intentar focalizar los esfuerzos en establecer la etiología de la enfermedad y desde ahí establecer una serie de tratamientos que no solo alivien los síntomas del enfermo, sino que también consigan frenar la historia natural de la enfermad o incluso curarla.
En la actualidad la Medicina se ha centrado en intentar frenar la historia natural de nuevas enfermedades prevalentes y ha conseguido cronificar otras que años atrás eran letales. Focalizar los esfuerzos en aumentar las expectativas de vida y enlentecer el curso natural de las patologías ha hecho que, en ocasiones, se pierda el foco en hacer que esa esperanza de vida que aumenta sea con la mejorar calidad posible, gracias al tratamiento sintomático de aquellos enfermos crónicos o con esperanza de vida reducida.
Ante estas circunstancias a finales del siglo XX surge un movimiento en Inglaterra, que se trasladará luego a diferentes países occidentales, sobre el que se asientan los pilares de lo que hoy conocemos como cuidados paliativos. El nuevo modelo focaliza la actitud terapéutica en el manejo sintomático del paciente con una visión integral del mismo, acompañándolo en los últimos meses de vida y otorgándole los cuidados y tratamientos necesarios no para prolongar su esperanza vida sino para hacer que la calidad de este último tramo sea la mejor posible.
Surgirán más adelantes los conceptos de Medicina Paliativa, como labor asistencial de médico dedicado a la disciplina en sí y Cuidados Paliativos como el conjunto, más amplio que el anterior, de trabajos que integran no solo el personal médico, sino el resto de profesionales sanitarios y no sanitarios (enfermería, psicología, asistencia social, terapia ocupacional, asistencia domiciliaria, etc.).
En la actualidad, el concepto de Cuidados Paliativos ya no se centra únicamente en aquellos pacientes con enfermedades terminales incurables sino que también abarca la atención y el cuidado de pacientes con enfermedades crónicas y sintomáticas a pesar de que su esperanza de vida no sea corta o limitada por criterios médicos. En este grupo se incluyen los pacientes oncológicos, cuya patología no siempre implica una esperanza de vida corta pero sí se espera una evolución de la enfermedad que precisará de asistencia integral y manejo sintomático complejo.
Uno de los principales síntomas presentes en este tipo de pacientes paliativos es el síndrome confesional. De gran prevalencia en ancianos y pacientes paliativos, se trata de una patología que agrava el estado del paciente pero también de sus cuidadores generando un aumento en la carga de trabajo del cuidador principal tanto económica como anímica.
Delirium o síndrome confusional
El delirium, en el que se incluye el concepto de síndrome confusional agudo es un síndrome complejo, fluctuante y de etiología multifactorial caracterizado por alteraciones de memoria, atención, sueño y conciencia. Se trata por tanto de un síndrome clínico que en ocasiones pasa desapercibido, infratratado o tratado inadecuadamente.
Desde un punto de vista etimológico, la palabra delirium proviene del latín y significa “surco”. Ya descrito por Hipócrates en el siglo IV a.C. se definió como un trastorno mental en el que se describía su sintomatología típica tal como la conocemos ahora, alternaba periodos de somnolencia, letárgica o diminución de respuesta a estímulos, términos englobados en el concepto antiguo de “letargus”, que se alternaban con otros momentos en los que predominaba la agitación, definida como “frenitis”, siendo estos fluctuantes en el tiempo.
En la actualidad, la denominación de delirium está recogida en la clasificación DSM- IV-TR con la intención de aunar múltiples términos como son el síndrome confusional agudo, el síndrome cerebral agudo, la encefalopatía metabólica, la psicosis tóxica, la insuficiencia cerebral aguda o el estado mental alterado, entre otros, en una única categoría diagnóstica.
La presencia de esta patología es un predictor de aumento de la morbilidad y la mortalidad, favorece hospitalizaciones más prolongadas o necesidad de ingreso en aquellos pacientes que reciben tratamientos domiciliarios o en centros extrahospitalarios.
El delirio es un marcador independiente del aumento de la mortalidad entre los pacientes hospitalizados de edad avanzada durante los 12 meses posteriores al ingreso hospitalario. Es un marcador pronóstico particularmente importante entre los pacientes sin demencia.
Índice
Introducción
- Cuidados paliativos
- Delirium o síndrome confusional
- Epidemiología
Fisiopatología
- Inflamación
- Envejecimiento celular
- Estrés oxidativo
- Neurotransmisores
Diagnóstico
- Evaluación
- Diagnóstico diferencial
- Anamnesis y exploración
- Escalas de valoración
- Clasificación
- Pruebas complementarias
Manejo
- Prevención
- Tratamiento etiológico
- Tratamiento farmacológico
Conclusiones
Bibliografía