
ISBN: 978-84-1142-139-3
© María Soria Vergara
Resumen
El presente trabajo es un proyecto de ensayo clínico aleatorizado y controlado, en el que se evaluará la eficacia de un programa de educación desarrollado por enfermería en Atención Primaria a cuidadoras de personas que han padecido un Ictus para disminuir su sobrecarga, así como conocer el perfil y las necesidades de los mismos. Desde enfermería se puede ayudar a la adaptación de este rol, en ocasiones es tal la sobrecarga que sufre la persona que brinda los cuidados, que llega a deteriorar su estado físico y psíquico. Este deterioro afectará indirectamente a la persona cuidada, ya que disminuirá la capacidad de cuidado.
Se configurarán dos grupos: grupo control y grupo intervención; el primero, recibirá pautas de su enfermera de AP, el segundo recibirá un programa de educación dividida en tres intervenciones diferentes: sesiones educativas de cuidados básicos, visitas domiciliarias, llamadas telefónicas y un cuaderno para el/ la cuidador/a. Para evaluar los resultados del estudio se utilizarán las siguientes escalas: Zarit, EuroQoL-5D y un cuestionario de elaboración propia de capacidad de cuidado. Se harán cuatro mediciones: antes del comienzo de las intervenciones (TO), después de terminar el programa educativo (T1), a los tres meses de haber finalizado la educación de cuidados (T2) y al año de haber comenzado con el programa educativo (T3). Se realizará un análisis descriptivo básico de las principales variables y se ejecutarán pruebas de significación estadística, para grupos independientes, según la naturaleza de las variables (análisis de varianza, t de Student-Fisher, correlación de Pearson). La estimación de las diferencias entre grupos respecto a las variables dependientes se realizará calculando el Intervalo de confianza de las diferencias, la OR y su IC al 95%.
Palabras clave: Cuidadoras informales, Ictus, atención primaria, sobrecarga, educación enfermera, calidad de vida.
Introducción
El ictus se define como una interrupción brusca del riego sanguíneo en el cerebro que puede ocasionar una lesión en el área dónde se ha visto afectada la irrigación sanguínea, debido a que el aporte de oxígeno y nutrientes están por debajo de lo requerido. Es considerado la primera causa de dependencia en el adulto, la segunda de demencia en el mundo y la primera de mortalidad en la mujer española.
A pesar de ser uno de nuestros órganos menos voluminosos, el cerebro es uno de los más importantes. Es decisivo para que muchas acciones de nuestro organismo se lleven a cabo de una forma adecuada (regulación hormonal, lenguaje, respiración, movimientos voluntarios e involuntarios). El cerebro no contiene ningún almacenaje de energía u oxígeno, lo que hace que tras un periodo de tiempo determinado las células comiencen a destruirse y que sea muy fácil que tras un accidente cerebrovascular (ACV) la persona presente alguna secuela.
Los Ictus se clasifican en Ictus Isquémico y Hemorrágico. El ictus isquémico (85% de los casos) se produce por un taponamiento u oclusión arteria cerebral causado por una trombosis (producida en el propio vaso, bien por acúmulo de grasa, arterioesclerosis o por años de evolución de enfermedades como la HTA o la Diabetes Mellitus) o por una embolia (en este caso, el trombo se forma en una estructura diferente al cerebro y ha viajado por el torrente sanguíneo hasta él). También puede darse por una alteración cualitativa, es decir, por la calidad de la sangre que llega al encéfalo (anemia, policitemia, trombocitopenia). En función de la duración de los síntomas estaremos hablando de un AIT (ataque isquémico transitorio), si los síntomas desaparecen en menos de 24 horas y no aparecen secuelas; o bien, hablaremos de un infarto cerebral si los síntomas prevalecen tras las 24 horas de su aparición o producen lesiones permanentes.
Dentro del Infarto cerebral encontramos dos tipos según el pronóstico:
- Progresivo. Sus manifestaciones clínicas empeoran con el transcurso de las horas desde la aparición de la sintomatología.
- Estable. Cuando el paciente no sufre empeoramiento al menos durante 24 horas en el sistema carotídeo y 72 horas en el sistema vertebrobasilar.
El ictus hemorrágico (15%) es el resultado de una extravasación sanguínea fuera del sistema circulatorio. Puede ser de tipo hemorrágico intracerebral (rotura de un vaso dentro del parénquima encefálico) o hemorrágico subaracnoideo (la sangre queda alojada en el líquido cefalorraquídeo, entre el cráneo y el cerebro). En este caso la sangre no se puede liberar al exterior y oprime las estructuras subyacentes, provocando la muerte de esos tejidos.
Las personas que sufrían un Ictus entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX tenían una tasa de mortalidad en la fase aguda que era superior al 50%, ya que se desconocía la fisiopatología del accidente cerebrovascular y los únicos tratamientos que se podía administrar eran la sangría, los purgantes y la estimulación galvánica. Hoy en día gracias a la implantación del código Ictus, los tratamientos trombolíticos (1995) y métodos neurodiagnósticos disponibles, que permiten ejecutar un diagnóstico diferencial entre las clases de Ictus, el accidente cerebrovascular no es tan devastador para la vida de la persona ni la de sus allegados.
Índice
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVOS E HIPÓTESIS
3. METODOLOGÍA
3.1. Diseño del estudio
3.2. Población y muestra
3.3. Criterios de inclusión y exclusión
3.4. Variables del estudio y mediciones
3.5. Trabajo de campo
3.6. Intervenciones
3.7. Análisis de los resultados
4. PLAN DE TRABAJO Y CRONOGRAMA
5. LIMITACIONES Y SESGOS
6. ASPECTOS ÉTICOS
7. PRESUPUESTO
8. IMPLICACIONES PARA LA PRÁCTICA CLÍNICA
9. BIBLIOGRAFÍA
10. ANEXOS
Anexo 1. Escala de carga del cuidador de Zarit (Caregiver Burden Interview)
Anexo 2. Cuestionario de Salud EuroQol-5D
Anexo 3. Hoja de datos generales del/ de la cuidador/a.
Anexo 4. Cuestionario capacidades de cuidado del/ de la cuidador/a.
Anexo 5. Escala de Barthel. Independencia en actividades básicas de la vida diaria.
Anexo 6. Hoja información a personas participante.
Anexo 7. Consentimiento informado
Anexo 8. Sesiones de programa de educación de cuidados al / la cuidador/a.