ISBN 978-84-18991-02-8
©Juan Eugenio Ibáñez Rodríguez, Guillermo Romo Garrido
Historia de las precauciones para la prevención de enfermedades infecciosas
Los mecanismos para la prevención de la infección, como aislamientos, constituyen uno de los temas más clásicos de la Medicina Preventiva y de la Salud Pública.
Las primeras recomendaciones para las precauciones de aislamiento nacen en Estados Unidos en el año 1877, en ellas se instaba a colocar a los pacientes con enfermedades infecciosas en edificios separados, que se denominaron “hospitales de enfermedades infecciosas”. Estas prácticas, que aislaban a los pacientes infectados del resto, no lograron evitar la transmisión nosocomial (infecciones adquiridas durante la estancia en un hospital y que no estaban presentes ni en el período de incubación ni en el momento del ingreso del paciente), ya que los pacientes infectados no se separaban de los otros de acuerdo a su enfermedad, y no se practicaban procedimientos asépticos.
Posteriormente se establecieron zonas separadas para los pacientes con la misma enfermedad y se iniciaron las prácticas asépticas.
En 1910, en los hospitales de Europa y Estados Unidos se introdujo el sistema de aislamiento en salas distintas y con habitaciones separadas. Además se empezaron a utilizar batas individuales, así como el lavado de manos con soluciones antisépticas después del contacto con cada paciente y la desinfección de los instrumentos utilizados con estos pacientes. Estos procedimientos de enfermería, diseñados para prevenir la transmisión de organismos patógenos a otros pacientes y el personal, se llegaron a conocer como «enfermería de barrera».
Estos sistemas supusieron una mejora para los hospitales generales, pues se evitaba enviar a los pacientes a hospitales de enfermedades infecciosas, que fueron cerrándose durante los años 50, salvo aquéllos diseñados exclusivamente para la tuberculosis, que cerrarían algo más tarde.
A finales de los años 60, todos los pacientes infecciosos se hospitalizaban en zonas de los hospitales generales, en habitaciones individuales especialmente diseñadas o en habitaciones normales individuales o múltiples.
El 1 de julio de 1946 se abrió el primer Centro de Enfermedades Contagiosas (Communicable Disease Center, CDC) en un piso de un pequeño edificio en Atlanta. Su misión principal era simple, aunque sumamente exigente: prevenir que el paludismo (malaria) se propagara por todo el país. Como la organización echó raíces en el sur, conocido alguna vez como el corazón de la zona del paludismo (malaria), el fundador de los CDC, el Dr. Joseph Mountin, continuó abogando por los problemas de salud pública y presionando a los CDC para que extendieran sus responsabilidades a otras enfermedades contagiosas.
Hoy en día, los CDC son la primera agencia de promoción de la salud, prevención y preparación de EEUU y una agencia líder mundial en el área de la salud pública.
En 1970, el CDC publicó un manual denominado “Técnicas de Aislamiento para Uso en Hospitales”, que fue posteriormente revisado en 1975. En este manual se introducía el concepto de precauciones de aislamiento por categorías.
En dicho manual se recomendaba que en los hospitales se utilizaran una de las siguientes 7 categorías de aislamiento:
Aislamiento Estricto,
Aislamiento Respiratorio,
Aislamiento Protector,
Precauciones Entéricas,
Precauciones para Piel y Heridas,
Precauciones de Eliminación y
Precauciones Sanguíneas
Índice
Capítulo 1: Historia de las precauciones para la prevención de enfermedades infecciosas
Capítulo 2: Precauciones Universales
Capítulo 3: Precauciones Estándar
Capítulo 4: Precauciones basadas en la transmisión: Contacto, Gotas, Aérea