ISBN 978-84-18991-09-7
© Tamara Verdayes Oves
Resumen
Introducción: el parto prematuro supone un factor de riesgo para el desarrollo posterior de deficiencia y discapacidad. A nivel mundial la prematuridad es la primera causa de muerte debido a las complicaciones relacionadas. Velar por los derechos de los niños y niñas ingresados es un deber recogido en varias legislaciones europeas, destacando la carta europea sobre los niños y niñas hospitalizados.
Objetivo: conocer el papel de la enfermera en la humanización de los cuidados en una unidad de cuidados intensivos neonatal.
Método: se realizó una búsqueda bibliográfica sistematizada en fuentes de datos primarias y secundarias entre noviembre de 2017 y marzo de 2018.
Desarrollo: la necesidad de humanización en sanidad es primordial, haciendo referencia este concepto a un abordaje holístico del paciente. Las causas que más influyen en la deshumanización de la unidad de cuidados intensivos neonatal son el burnout, ansiedad, bullying y ruido. Los cuidados centrados en el desarrollo favorecen un buen desarrollo neurológico y emocional. La función de la familia en la unidad de cuidados intensivos neonatal ha ido evolucionando, actualmente se reconoce su importancia, ya que la calidad de la relación temprana entre la madre y el niño es un factor de protección.
Conclusiones: el papel de la enfermera es fundamental para luchar contra la deshumanización en las UCIN, así mismo es su deber velar por el cumplimiento de los cuidados centrados en el desarrollo y evitar la repercusión de los estímulos ambientales negativos sobre el desarrollo del neonato.
Palabras clave: humanización de la atención, enfermería, familia, Intensive Care Units Neonatal.
Introducción y justificación
El parto prematuro es uno de los grandes desafíos de la medicina actual. La mayor parte de la mortalidad neonatal ocurre en recién nacidos prematuros. La prematuridad es un factor de riesgo para el desarrollo posterior de deficiencia y discapacidad. En los países desarrollados existe un aumento de la tasa de prematuridad. Debido a los avances en los cuidados obstétricos y neonatales la supervivencia de neonatos cada vez más inmaduros ha aumentado.
La mayor parte de los partos prematuros se deben a un parto espontáneo tras amniorrexis prematura (>50 %), aunque existen otros factores de riesgo como la existencia de partos pretérminos previos, situación socioeconómica desfavorable de la madre, tabaquismo materno…
La gestación múltiple espontánea o inducida también aumenta las tasas de prematuridad debido al desarrollo de las técnicas de reproducción asistida. Más del 50 % de los gemelos son recién nacidos pretérminos. Las complicaciones maternas y fetales son las causantes del 15 – 25 % de nacimientos pretérmino, como por ejemplo la fetopatía diabética1.
El recién nacido prematuro es aquel cuyo nacimiento se produce antes de la semana 37 de gestación. La morbimortalidad afecta en la mayor parte a aquellos neonatos cuya edad gestacional es inferior a las 32 semanas, y sobre todo a aquellos que nacen antes de la semana 28 de edad gestacional.
El recién nacido se clasifica en subcategorías en función de su edad gestacional:
– Prematuros extremos (menores de 28 semanas).
– Muy prematuros (28 a 32 semanas).
– Prematuros moderados o tardíos (32 a 37 semanas).
No siempre puede conocerse con exactitud la edad gestacional, por lo que suele utilizarse el peso al nacimiento como parámetro de referencia para clasificar al neonato2:
– Bajo peso al nacimiento (inferior a 2500 gr).
– Muy bajo peso al nacimiento (menor a 15500 gr).
– Extremado bajo peso (inferior a 1000 gr).
Relacionando estos parámetros de peso y edad gestacional se subdivide a los neonatos en:
– Peso elevado para su edad gestacional.
– Peso adecuado para su edad gestacional.
– Bajo peso para su edad gestacional.
Desde el punto de vista asistencial el periodo neonatal abarca los primeros 28 días de vida en los nacidos a término, y hasta las 46 semanas de edad postmenstrual en los nacidos prematuramente1.
Las principales causas de muertes neonatal son las respiratorias, neurológicas, sepsis, y malformaciones congénitas asociadas con el bajo peso al nacer y la edad gestacional.
Índice
Resumen y palabras clave
1. Introducción y justificación
2. Objetivos
3. Metodología
4. Desarrollo
4.1 ¿Qué es humanizar?
4.2 Humanización unidad de cuidados intensivos neonatal
4.3 Causas de deshumanización en la unidad de cuidados intensivos neonatal por parte de Enfermería
4.3.1 Bienestar psicológico y resiliencia
4.3.2 Estrés laboral y síndrome de burnout
4.3.3 Relación entre el ruido de la UCIN y el síndrome de burnout
4.3.4 Relación entre el síndrome de burnout y los errores médicos e infecciones nosocomiales
4.3.5 Acoso laboral
4.3.6 Absentismo laboral
4.4 Cuidados centrados en el desarrollo
4.4.1 Situación de los cuidados centrados en el desarrollo en las UCIN españolas
4.4.2 Intervenciones enfermeras para contribuir a la humanización de la UCIN
4.4.3 Implicación de la familia en la contribución a la humanización de la UCIN
4.4.4 Satisfacción de los padres en la UCIN y demandas de mejora
4.5 Proyectos actuales para contribuir a la humanización de la UCIN
4.5.1 Modelo de cuidado integrado (FIC)
4.5.2 Habitación individual
4.5.3 Visitas de escucha
4.5.4 Implementación de nuevas tecnologías
5. Discusión
6. Conclusiones
7. Agradecimientos
8. Bibliografía
9. Anexos