ISBN: 978-84-1142-052-5
© Cristina Sango Merino, Paula Sango Merino, Mara Serrano Soto
Introducción
A la largo de la historia, la medicina nunca se ha comprendido de un mismo modo.
En sus inicios, tanto la medicina del Oriente como de Occidente era sustentada por una mirada holística o integral, filosófica (Aedo, F. & Granado, J 2000: 94). Es decir, comprendía la mente y el cuerpo como uno sólo. Tales principios, definían a la medicina y a la salud como un estado en el cual el individuo debía lograr y mantener una perfecta armonía entre su estado mental/emocional y su cuerpo. Por lo que, una buena salud dependía del bienestar consigo mismo (su subjetividad) y con el entorno del individuo.
Es por ello, que en un comienzo los médicos en su generalidad, buscaban sanar no sólo el cuerpo de una persona, sino que también su alma.
Pues como se señaló anteriormente, eran los principios de armonía y equilibrio entre estas dos dualidades los que guiaban el proceder de la medicina y la enfermedad.
No obstante, la medicina oriental sigue accionando en base a estas características, mientras que la medicina occidental fue quien progresivamente eliminó estos principios en su actuar por otros de carácter científicos.
Este cambio, (a saber, en el entendimiento y sustentabilidad de la medicina occidental) fue producto de la Revolución Científica del siglo XVII. Fue así, como mediante el emblema del método científico, se modificaron los principios filosóficos y holísticos de la medicina, transformándola a esta última, en un exclusivo conocimiento científico el cual se sustentó en la división entre cuerpo y mente.
De este modo, la medicina utilizada en el mundo occidental paulatinamente fue olvidando al ser humano como un todo relacionado entre mente, espíritu, cuerpo y entorno social, centrándose en dar cura sólo a los malestares y enfermedades físicas, comprendiendo al ser humano y a su cuerpo como un organismo complejo, y que gracias al alto nivel tecnológico utilizado ha logrado dar precisos diagnósticos sobre los problemas que lo aquejan.
En este contexto, en occidente se constata el aumento del uso de la medicina complementaria alternativa (MCA) siendo en la actualidad una parte importante y con frecuencia subestimada de la atención de Salud que se practica en casi todos los países de mundo.
Es por este motivo y por la creciente demanda llevada a cabo en las últimas décadas por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) – que representa el consenso de las principales organizaciones médicas internacionales y cuya labor es orientar las políticas públicas- aprueba en el año 2013 una estrategia para los años 2014 a 2023 para favorecer la integración de las medicinas tradicionales y complementarias en los sistemas nacionales de salud.
Ejemplos de ellos son Suiza, Francia y Dinamarca. En España algunos hospitales privados ofrecen estas terapias y solo encontramos casos excepcionales en hospitales públicos.
Por lo tanto, la estrategia de la O.M.S para lograr que más personas alcancen un estado óptimo de salud mediante la medicina integrativa está empezando a surtir efecto en Europa.
No debemos olvidar que de acuerdo a la práctica clínica actual la medicina tradicional o complementaria se debe basar en pruebas científicas para que se la pueda considerar una parte integral de la atención sanitaria.
La medicina científica tampoco es un concepto novedoso, tiene su origen en Hipócrates y a lo largo de la historia este concepto se ha ido perfeccionando y ampliando hasta llegar a lo que hoy conocemos como medicina basada en la evidencia.
Actualmente la Medicina basada en la Evidencia (MBE) se define como un proceso cuyo objetivo es el de obtener y aplicar la mejor evidencia científica en el ejercicio de la práctica médica cotidiana. Para ello se debe recurrir a las mejores evidencias disponibles en la toma de decisiones sobre el cuidado sanitario de los pacientes.
En este trabajo revisaremos las evidencias científicas en base a ensayos clínicos controlados y aleatorizados publicados en los últimos cinco años en el campo de tres modalidades de la medicina tradicional, de amplia divulgación, como son la acupuntura, homeopatía y fitoterapia.
Índice
1. Introducción
Situación actual de medicina tradicional
Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional
Medicina basada en la evidencia
Medicina tradicional
Homeopatía
Acupuntura
Fitoterapia
2. Objetivo
3. Metodología
Búsqueda de información
Selección de estudios
4. Resultados
5. Conclusiones
6. Bibliografía